La información que necesita saber sobre la gota

¿Qué es la gota?

La gota es una inflamación de las articulaciones que provoca la cristalización de un compuesto químico llamado "ácido úrico". Estos cristales son atacados por el sistema inmunitario, causando inflamación y dolor. La gota puede aparecer de forma intermitente, alternando periodos de actividad o inactividad. Los ataques de gota se definen como períodos en los que la gota está activa. Pueden ser graves o duraderas.

Los niveles elevados de ácido úrico pueden causar gota. Sin embargo, no todas las personas con niveles elevados de este ácido desarrollan la enfermedad. El ácido úrico se crea cuando el organismo degrada los compuestos químicos que se encuentran en las células y en algunos alimentos ricos en proteínas. El ácido úrico es transportado por la sangre hasta los riñones, donde se elimina en forma de orina. Pueden formarse pequeños cristales en las articulaciones si la concentración de ácidos úricos en sangre es demasiado elevada. Esto se debe a que el organismo produce demasiados o no puede eliminarlos. Estos cristales pueden acumularse bajo la piel, formando bultos duros llamados tofos. Los riñones también pueden obstruirse con cristales de ácido úrico, lo que puede causar cálculos renales.

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Los ataques de gota pueden producirse en cualquier articulación. Sin embargo, las zonas más comúnmente afectadas son las extremidades inferiores (rodillas, tobillos y pies). Los ataques de gota suelen comenzar en la base o el dedo gordo del pie para muchas personas: Gota del dedo gordo del pie.

El primer ataque suele desaparecer en un plazo de tres a diez días laborables. Sin embargo, si no se tratan con prontitud, pueden reaparecer y continuar durante más tiempo. La mayoría de las personas sufrirán un segundo ataque en el plazo de un año. Los ataques pueden ser más frecuentes, más graves y más dolorosos con el tiempo. Los ataques de gota que se repiten pueden provocar daños permanentes en las articulaciones. Es importante que el tratamiento y el diagnóstico sean tempranos.

La gota es una enfermedad que puede aparecer repentinamente, a diferencia de otras formas de artritis.Los síntomas suelen comenzar por la noche, y luego empeoran durante las siguientes ocho o doce horas. La gota puede afectar al pie, la rodilla, el tobillo y el talón. La gota puede causar un dolor intenso y persistente y una inflamación que no se limita a la primera articulación afectada.

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¿Cómo se puede diagnosticar la gota?

Su médico le preguntará primero por su dieta y su medicación reciente antes de diagnosticar la gota. Su médico le preguntará sobre sus síntomas, incluyendo cuándo empezaron y cuánto duraron. También, cuál fue la gravedad. Aunque los ácidos úricos elevados pueden detectarse mediante un análisis de sangre, no siempre indican un ataque de gota. Es posible que su médico le pida que se haga más pruebas después de que no haya experimentado ningún síntoma. Esto se debe a que los niveles de ácido úrico pueden descender durante un ataque.

La gota puede diagnosticarse colocando una aguja en la articulación para recoger líquido. Sin embargo, una combinación de examen físico, análisis de sangre y estudios de imagen (radiografías o ecografías) suele ser suficiente para diagnosticar con precisión.

¿Qué son los bultos que tengo en el cuerpo?

Los tofos son pequeñas protuberancias que pueden formarse por la acumulación de cristales de ácido úrico. Estas protuberancias pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en los pies, las rodillas y los talones. Aunque rara vez son dolorosos, los tofos pueden inflamarse y producir secreciones espesas. Los tofos suelen desarrollarse años después del primer ataque de gota. Sin embargo, a veces pueden volverse invasivos y engrosarse con el tiempo. Los tofos pueden ser muy irritantes y deben ser extirpados quirúrgicamente.

¿Cuáles son los riesgos de la gota?

La gota está directamente relacionada con los niveles de ácido úrico en la sangre. Los factores de riesgo de la gota están relacionados principalmente con la excreción y la producción de ácido úrico.

Dieta: El consumo de carne roja, marisco (como las gambas o el pescado azul), alcohol (especialmente la cerveza) y azúcar (sobre todo la fructosa de los refrescos) pueden aumentar los niveles de ácido úrico.

Hipertensión: Si tiene la presión arterial alta, o toma diuréticos (diuréticos), sus posibilidades de padecer gota son mayores. Incluso en dosis bajas de aspirina, los niveles de ácido úrico pueden aumentar.

La obesidad: Las personas que pesan más de lo debido son más propensas a padecer gota. La incidencia de la gota casi se ha duplicado en los últimos 20 años debido al aumento de la obesidad.

Medicamentos: Algunos medicamentos inhiben la capacidad de los riñones para excretar el ácido úrico. La gota puede ser causada por diuréticos o medicamentos que debilitan el sistema inmunitario.

Traumatismos y traumatismos: La gota puede aparecer después de una operación, un ataque al corazón u otros traumas.

Enfermedad renal: Incluso los casos leves de enfermedad renal pueden afectar a la capacidad de eliminar el ácido úrico.

La gota puede transmitirse de padres a hijos. Muchas personas que padecen gota no tienen antecedentes familiares.

Ataques de gota: La deshidratación puede conducir a la deshidratación.

¿Cuál es la prevalencia de la gota?

La gota, que afecta aproximadamente al 5,2% de los hombres canadienses adultos, es el tipo más común de artritis inflamatoria. La gota sólo se encuentra en el 2,4% de las mujeres canadienses. La gota es más común entre las personas mayores de 65 años.

¿Por qué es tan importante el tratamiento de la gota?

La gota puede volverse crónica si no se trata. La presencia de cristales de ácido úrico alrededor y dentro de las articulaciones puede causar daños en la articulación y en los tejidos blandos.

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Los pacientes que reciben el tratamiento y los cuidados adecuados tienen menos probabilidades de desarrollar fases avanzadas de la enfermedad. Las personas que padecen gota crónica pueden controlar la enfermedad con medicamentos. La modificación del estilo de vida también puede ser una parte importante del tratamiento. Puede ayudar a prevenir o controlar otros problemas de salud que pueden surgir de la gota. El tratamiento y el diagnóstico tempranos pueden ayudar a reducir la probabilidad de daños articulares permanentes, así como la gravedad y la frecuencia de los ataques.